Austeridad, segunda parte

El sábado 29 de octubre, el Congreso de los diputados invistió a Mariano Rajoy como Presidente del gobierno.

Las políticas de austeridad engañan de entrada con su propia denominación. No ponen en marcha una auténtica y necesaria austeridad sino que usan ese término para culpar indebidamente a quien no ha provocado lo males que sufrimos. En realidad, son una versión actualizada de las viejas políticas deflacionistas que vienen desarrollándose sobre todo desde los años ochenta como soporte de la respuesta neoliberal a la gran crisis estructural que se desencadenó en las economías capitalistas, incluso ya antes del comienzo de los años setenta del pasado siglo. Se trata de políticas que buscan la devaluación salarial, el fomento de las privatizaciones, y la reducción del gasto social pero que son todo lo contrario de austeras a la hora de ayudar y rescatar a la banca y a las grandes empresas. Leer artículo completo en eldiario.es