La Eurocámara aprueba la ley para aumentar la producción europea de chips

El Parlamento Europeo dio este miércoles su visto bueno a la Ley Europea de Chips, que busca duplicar la producción de semiconductores en la Unión Europea para alcanzar en 2030 un 20 % de la fabricación mundial y evitar futuros problemas de suministro como los vividos durante la pandemia de coronavirus.

El texto aprobado por el pleno de la Eurocámara, que fijará la posición para negociar la legislación definitiva con los Estados miembros, pone el foco en producir chips de última generación y cuánticos, así como en crear una red de centros europeos para atraer nuevo talento a la investigación, diseño y producción de chips, explicó la institución en un comunicado.

Los eurodiputados apoyan asimismo atraer inversión y aumentar la capacidad de producción de estos elementos, para los que ahora Europa depende sobre todo de las importaciones de Asia a pesar de que son parte clave de cualquier bien electrónico, desde teléfonos inteligentes y ordenadores, hasta vehículos y maquinaria industrial.

Piden además crear un mecanismo de emergencia que permitiría intervenir a la Comisión Europea cuando se detecte un riesgo de escasez de semiconductores, pudiendo exigir que se dé prioridad al suministro de chips a ciertos productos particularmente afectados o llevar a cabo compras conjuntas entre los Estados miembros.

La Eurocámara aprobó, por otro lado, la creación de una Empresa Conjunta de Chips europea, que se encargará de agregar recursos del presupuesto europeo, como el programa Horizonte Europa o Europa Digital, de los Estados miembros, de terceros países asociados y del sector privado.

Su objetivo será implementar las iniciativas de la Ley Europea de Chips, invirtiendo en investigación, desarrollo y producción de semiconductores.

La propuesta de la Comisión Europea, presentada en febrero de 2022, prevé movilizar 45.000 millones de euros para esta tarea, de los que 30.000 millones procederían de inversiones públicas ya previstas financiadas con fondos europeos o los presupuestos nacionales, y los restantes 15.000 millones, del sector privado.

“La pandemia ha revelado vulnerabilidades en las cadenas mundiales de suministro y la escasez sin precedentes de semiconductores es un claro ejemplo”, dijo en un comunicado la eurodiputada socialista española Lina Gálvez, ponente de su grupo en la negociación parlamentaria de este dosier.

Gálvez destacó que el texto también recoge la necesidad de establecer un marco de cooperación internacional que permita garantizar el suministro, incluido de materias primas críticas, que son «clave» para la fabricación de los chips.

Con el visto bueno parlamentario, la Eurocámara tendrá que negociar ahora con los Estados miembros el texto definitivo de una ley que la UE considera fundamental para ganar autonomía con respecto a otras potencias en áreas estratégicas.

A ella vendrán a sumarse en los próximos días las propuestas de la Comisión Europea para una ley de industria de emisiones cero, que buscará potenciar la producción de tecnologías limpias siguiendo el modelo de la Ley de Chips, así como una Ley de Materias Primas críticas orientada a reducir la dependencia europea, sobre todo de China, en el suministro de tierras raras y otros elementos fundamentales para las transiciones verde y digital. EFE

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