La necesidad de medir el impacto del COVID-19 en la vida de las mujeres

La coyuntura actual del COVID-19, que ha causado el cierre de los centros escolares enviando a los menores a casa, supone un aumento de las necesidades de cuidado en el hogar y además dificulta la compatibilización con el trabajo remunerado de las mujeres, que suelen tener una vinculación más precaria con el mercado de trabajo. Además, el confinamiento que se ha impuesto en muchos países implica que mujeres y menores estén conviviendo 24 horas al día con sus maltratadores sin tener capacidad de escape. Destacan en un artículo conjunto las eurodiputadas socialistas Lina Gálvez y María Manuel Leitão

Solemos decir que una imagen vale más que mil palabras cuando queremos llamar la atención sobre un tema que consideramos relevante. Sin embargo, hay situaciones en las que la evidencia estadística y los números ofrecen una visión más completa y producen un efecto más impactante.

Precisamente, esto es lo que sucedió hace tan solo tres semanas, cuando se presentó la Estrategia Europea para la Igualdad de Género. Con ella pudimos comprobar que aún queda mucho camino por recorrer en la lucha contra los estereotipos de género: un 44 % de los europeos aún piensa que el papel de las mujeres es el cuidado del hogar, incluyendo a la familia y al cónyuge. Desgraciadamente, esta afirmación coincide con una realidad estadística que manifiesta, una vez más, la desigualdad que sigue imperando en el seno de los hogares europeos: las mujeres continúan dedicando, de media, el doble de tiempo que los hombres al trabajo no remunerado. Leer artículo completo en euractiv.es