Negocios y ética. Otra organización empresarial es posible y necesaria

La eficiencia de las organizaciones para adaptarse a la crisis del capitalismo y las democracias liberales ha de pasar por la integración en formas de organización política que reconozcan la necesidad del consenso incluso desde la discrepancia.

Hay una palabra que no acaba de salir en la prensa estos días, pero que todos creemos que debe imponerse en el mundo de la organización empresarial cuando la crisis sanitaria de la COVID-19 acabe de una vez: la ética. Es urgente una economía moral en la que los agentes económicos sean responsables de asegurar el bienestar colectivo, tal como en 1979 la definió E.P. Thompson en su análisis de los motines de subsistencia en Europa durante el siglo XVIII, que se opusieron a la liberalización de los precios de los productos esenciales. Leer artículo completo en eldiario.es